CURSOR

Cursores

creepy

viernes, 23 de mayo de 2014

RUINAS DEL BOSQUE


En el pueblo donde crecí, había una construcción abandonada en el bosque a las afueras del pueblo. Servía como un almacén para la madera que recolectaban los leñadores. Sin embargo, hacia ya mucho tiempo que estaba abandonada la construcción, y la naturaleza la había reclamado casi por completo. A pesar de que era muy difícil llegar hasta ahí, realmente valía la pena llegar; Los adolecentes no la pasábamos ahí, lejos de casa, y lejos de nuestros padres.

Por alguna razón, nadie se aventuraba a las partes mas obscuras del complejo, a las partes donde ningún rayo de luzllegaba. Alguna vez, yo y mis amigos platicamos al respecto, y como adolecentes irresponsables que éramos, decidimos aventuramos hacia la obscuridad. Éramos curiosos, y queríamos lucir fregones. Fuimos hacia nuestras casas por “víveres” (papas fritas, cerveza y una linterna).

Nuestros compañeros decían que estábamos locos por aventurarnos hacia las partes obscuras. Así que una vez que estábamos listos, avanzamos por los obscuros pasillos del complejo. Es interesante lo rápido que nuestros ojos se acostumbraron a la poca luz de la linterna.

Después de caminar por unos minutos, vimos unos pedazos de madera, y nos sentamos ahí a beber cerveza por un par de horas. Fue entonces, cuando uno de mis amigos vio unas escaleras que llevaban a un sótano dentro el complejo. Nos empezamos a retar los unos con los otros para ver quien se atrevería ir primero. Era muchísimo mas obscuro ahí abajo. Bebimos mas cerveza y bromeamos otro poco. Mientras caminaba por el lugar, encontré una entrada barricada contablones de Madera, puestas en una posición muy extraña. Era un poco extraño: a pesar de que parecía que iba hacia abajo, probablemente al mismo sótano que habíamos visto anteriormente, se sentía un extraño aire helado que provenía de ese lugar. A Mis amigos no le importo nada; Pese a mis reclamos, quitaron los tablones de madera, y bajaron por las escaleras pese a mis reclamos.

Después de bajar por las escaleras, llegamos a un cuarto enorme, donde la luz de las lámparas se perdía por completo. El piso estaba encharcado completamente, y de el, provenía un hedor extraño, como a cuerpos pudriéndose. La sensación extraña que tenia, pronto se convirtió en paranoia. Juro que escuchaba los susurros de una joven en mi oído. No pude soportarlo, y corrí rápidamente hacia la parte de arriba, dejando a mis amigos atrás.

Mientras subía, escuche el grito escalofriante de una joven mujer: “Auxiliooooooooo”. En ese momento, mi linterna dejo de funcionar. Corrí como el carajo para escapar de aquel lugar, con miedo que me helaba la sangre. Tropecé dos veces, mientras corría a las salida. Tenía demasiado miedo, pero al fin encontré la salida

A la mañana siguiente, busque a mis amigos. Nadie los había visto desde la noche anterior. La policía comenzó una investigación en ese lugar, pero no encontraron a nadie. Ni un cuerpo, ni sus ropas, nada. Era como si se hubiesen desvanecido. Años después, tiraron el lugar. En el centro del lugar, cerca del sótano, encontraron la osamenta de lo que parecía una mujer de tamaño pequeño. Parecía que alguien la había atrapado en ese lugar, y la había dejado sola, acompañada de sus gritos solamente. Como si la hubiesen atrapado en ese lugar, y la hubiesen dejado morir sola, y olvidada. Y a la fecha… Nadie sabe nada de mis amigos.

lunes, 19 de mayo de 2014

SOLA HASTA TARDE

Odiaba ser la última en irse a dormir. Nunca supe por qué, pero ver mi casa en silencio, con los corredores callados y la tenue luz de luna que se filtraba por las persianas ya bajas me era una experiencia desagradable.
El asunto era todo un tema en mi casa: cada vez que de pequeña me desvelaba, mi padre tenía que quedarse conmigo hasta que me durmiese. Ya más crecida, comprendí que no debía ser tan egoísta e instalé un viejo televisor en mi habitación para aliviar la desesperacion que sentía en esas noches en vela. Sin embargo, cada vez que los sonidos de la casa se iban apagando, me apresuraba a dejar lo que fuese que estuviera haciendo y me acostaba a dormir.
Las carreras por no ser la última despierta se prolongaron hasta una noche de marzo. Ya había cumplido mis 17 años y había ingresado a la universidad hacía poco. En ese momento decidí que debía crecer. Aprovechando la proximidad de un examen parcial, decidí enfrentar mis miedos pasando la noche despierta y sola, pero estudiando. Preparé café, compré algo para comer, desplegué mis libros sobre la mesa de la cocina y comencé. Afortunadamente para mis nervios, esa noche todos habían decidido trasnochar:las luces de los pasillos se prendían y apagaban, mis hermanos caminaban por las habitaciones, los televisores estaban encendidos. Todo este movimiento calmo mis ansias, y agradeciendo la familia comprensiva que tenía, pude concentrarme plenamente.
Alrededor de las 3 am, el movimiento cesó un poco. Lo supuse normal, porque mis hermanos tenían escuela al día siguiente y papa trabajaba. Mamá seguía despierta, porque de la habitación contigua se escuchaban murmullos (a ella le encanta leer en voz alta, pero esa noche seguramente mantenía la voz baja porque no quería distraerme).
A las 5, decidí terminar e irme a dormir. Pude oir que mamá seguía leyendo en el cuarto contiguo. Sin abrir la puerta, le dije “hasta mañana, disfruta la lectura”.
Caminé por el pasillo, la luz se apagó tras de mi. “¡Mamá siempre se anticipa a mis movimientos!” pensé.
Cuando llegué al cuarto de mis padres, para mi sorpresa, me encontré en la puerta con madre, quien con cara de dormida se frotaba los ojos. Entre bostezos, me dijo:
-“¡Qué bueno que hayas perdido tu miedo a quedarte sola! Nos fuimos a dormir temprano ayer, a eso de las 11, para no molestarte. Estabas tan concentrada que ni nos animamos a decirte buenas noches”.

LA MOCHILA ROSA



No deberías nunca, nunca, nunca apropiarte de bolsas o mochilas que encuentras en la calle. Los contenidos pueden ser… perturbadores, por decirlo de alguna manera.
Hace 3 noches me encontré con una peculiar mochilita rosa, en el patio trasero del edificio de mis departamentos. Esto es lo que encontré dentro:
Pagina 1

Esta es Lisa, ella es mi amiga. Mi mama y Papa no la pueden ver. Ellos dicen que es mi amiga imaginaria. Lisa es una buena amiga.
Pagina 2

Hoy trate de plantar una flor en el patio. Lo trate de plantar junto a la caja de arena, pero Lisa dijo que ahí es donde su papi esta durmiendo, así que la plante en una maceta.
Pagina 3

Lisa esta en la escuela conmigo. La taje (traje), para que todos la conocieran, pero la Señorita Monroe se enojo, porque no puede verla. Lisa se puso triste, así que escondió el borrador.
Pagina 4

Ayer fue mi fiesta de cumpleaños. Mami compo (compro) pizza, pero nadie vino. Lisa dijo que la gente vino a la entrada de mi casa, pero se fueron. Pero me dejaron regalos. Me regalaron 3 barbis, un par de zapatos y cinco dólares. Yo y lisa jugamos con las barbis.
Pagina 5

La señorita Monroe no vino hoy, nuestra sustituta es la señorita Digman. Es linda y bonita, y nos deja tener tiempo libre. Quisiera que la señorita fuera siempre mi maesta.
Pagina 6
Hoy Jonnathin Parker se robo mis crayolas. La miss no puede encontrarlas, así que hizo que me diera sus crayolas. Lisa vino a la escuela también, pero la señorita Digman no puede verla. Me dijo que ella si cree que Lisa es real.
Pagina 7

Ayer, yo y Lisa fuimos a caminar, hasta que salió la luna. Papi se enojo y dijo que Lisa es estúpida y falsa y ella desapareció. Hoy no vino Lisa a la escuela, pero la señorita Digman dijo que la señorita Monroe no regresara.
Pagina 8

Papi estuvo en el trabajo todo el día de ayer. No vino a comer para cenar, y hoy sigue en el trabajo. Mami me puso un flan para mi lunch hoy. Me encanta el flan!
Pagina 9
Extraño a Lisa. Papi esta realmente ocupado en el trabajo. No vino el fin de semana. Mami esta muy enojada con el. Quiero escribirle una carta a Lisa
Pagina 10
Querida Lisa, te extraño. Por favor regresa. Siento que papi fuera grosero contigo. Eres mi major amiga.
Pagina 11

Lisa regreso ayer. Me dijo que perdón por irse, y le dije que mi papi no ha regresado del trabajo. Lisa dijo que el y la señorita Monroe están durmiendo como su papa. Espero que despierten pronto.

NO SOLO LOS PERROS LAMEN

Esto paso en una pequeña ciudad de Francia, salio en casi todos los periódicos locales. Una niña de 9 años, hija única, de padres de gran influencia, tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. 

Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra, los padres fueron a despedirse de la niña; el perro ya acostumbrado a dormir con la niña, se ponia debajo de la cama. 

Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) lo hizo y entonces se tranquilizó y durmió otra vez. 

Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con sangre que decía N0 SÓLO LOS PERROS LAMEN. 
Entonces dió un grito de terror al ver a su perro tendido en el suelo de su habitación, el estado en el que se encontró al perro era algo horrible, producía nauseas ver esos asquerosos y sangrientos restos de lo que alguna vez fue su perro. Estaba totalmente despellejado, era como si le hubieran arrancado tira tras tira de piel, sobre todo en sus patas de las cuales solo quedaban unos huesos bañados en sangre. 

Se dice que cuando los padres volvieron estaba totalmente trastornada y solo decia "¿quién me lamió?". 

Aun se busca al autor de tal aberración.
  

martes, 13 de mayo de 2014

PEQUEÑAS ZORRAS

Guia de supervivencia, Regla #25: Si estás muy grande para jugar con muñecas, no hay razón para que estés cerca de esas pequeñas zorras.

La muñeca enterrada

Pedro era casi como un hermano para Juan, ya que ambos se conocían desde hace algunos años y eran inseparables. Los dos iban al mismo instituto, estaban en la misma clase y, casi siempre que organizaban trabajos en grupo, se juntaban.
Un día la maestra de Ciencias Naturales mandó una tarea bastante rara, aunque ciertamente entretenida: los alumnos debían traer muestras de distintos tipos de tierra según el nivel de profundidad, guardando en bolsitas un puñado de tierra cada cinco centímetros que horadaran en ella. Como de costumbre, Juan y Pedro se juntaron para trabajar, aunque en realidad aquello de «trabajar» era un pretexto, una excusa perfecta para que ambos consiguieran el permiso de sus padres para ir al bosque en las afueras de la ciudad.
Una vez allí decidieron que no se adentrarían demasiado para no correr el peligro de perderse; no sería la primera vez que algún excursionista poco experimentado se desorientaba en ese bosque (en algunos casos con funestos resultados). Marcaron con una tiza todos los árboles por los que pasaban para no confundir el camino de vuelta, y empezaron a adentrarse un poco más de lo pactado en las profundidades de la imponente masa de árboles. Llegado a un punto un extraño claro les llamó la atención.
—Este sitio es perfecto para escavar, aquí seguro que no nos molestan las raíces de los árboles, y además esas piedras parecen «cómodas», podemos sentarnos a comer un bocadillo —dijo Juan.
—El bocadillo me lo comeré yo mientras escavas, porque desde luego no me pienso ensuciar la camiseta nueva —bromeó Pedro poniendo voz de niña consentida.
—Hagamos una cosa, nos comemos el bocadillo ahora, y con el estómago lleno nos lo jugamos a cara o cruz —dijo Juan, pues tenía hambre desde hacía casi una hora.
Tras quince o veinte minutos de risas y bromas, acabaron su almuerzo y Juan sacó una moneda.
—El que pierda empieza, estamos cinco minutos cada uno y continúa el otro. Que por la Bruja de Ciencias no me pienso partir la espalda. Tampoco vamos a enterrar a nadie, así que 50 centímetros de profundidad como mucho.
—Vale, prepárate a perder —dijo Pedro mientras sacaba de su mochila las herramientas de jardinería que le había pedido prestadas a su padre.
Juan perdió el lanzamiento, y un poco desganado empezó a buscar por todas partes para elegir dónde comenzar a cavar. Vio de pronto un montón de hongos rojos con puntos blancos, todos creciendo juntos en el mismo lugar. Aquello suscitó en él un entusiasmo infantil que lo hizo correr a cavar en el lugar, como si las setas le indicasen con su presencia la posibilidad de encontrar algo extraño bajo tierra.
—Le voy a guardar unas setas a la bruja, con un poco de suerte serán venenosas —dijo riendo mientras metía en una de las pequeñas bolsas una muestra de tierra de la superficie.
Al tocar la tierra con sus manos, sintió un escalofrío por todo el cuerpo. De pronto comenzó a tener miedo y se levantó de golpe.
—¡Tengo frío, aquí hace más frío que en todo el bosque! —le gritó a Pedro.
—¡Jajajá!, ay sí, ay sí, estás encima de un lugar maldito o hay un fantasma justo donde estás cavando —le dijo Pedro, ridiculizando a su amigo.
Juan, por hacerse el valiente, siguió cavando y juntando la tierra en bolsitas diferentes cada cinco centímetros de profundidad. Entretanto, Pedro exploraba el paisaje y jugaba fútbol con una piedra.
—¡Mira! —gritó Juan cuando llevaba unos minutos cavando. Pedro fue corriendo a ver lo que Juan le mostraba con tanta exaltación; era una muñeca pelirroja de unos treinta centímetros. Al mirarla sintió que un escalofrío le recorría la médula y que el asco se anudaba en su cuello como una larga escolopendra llena de punzantes y grotescas patas.
—¡Agh, suelta eso! —exclamó Pedro con una mezcla de terror y asco mientras se apartaba de aquella repulsiva muñeca tuerta que Juan sostenía en su mano.
Juan, que parecía confundido, miró de nuevo a la muñeca y la soltó horrorizado al ver lo mismo que Pedro: gusanos, enormes gusanos blancos. Se contorsionaban dentro de la cabeza de goma de la muñeca, se agitaban como poseídos y comenzaron a sacar sus pequeñas cabezas por la cavidad en la que alguna vez estuvo el ojo faltante de esa muñeca pelirroja, aún cubierta por una ropa que misteriosamente conservaba su blancura casi intacta.
—¡Pero si cuando la desenterré estaba bien, era preciosa y parecía sonreírme!
El único ojo que le quedaba a la muñeca era inquietante: grande, pero con la parte blanca pintada de negro y con un iris pequeño e intensamente rojo, en el cual había una diminuta y demoníaca pupila.
¿Qué clase de enfermo mental habría escondido una muñeca tuerta bajo tierra? ¿Por qué los gusanos se aglomeraban en la cabeza de la muñeca? ¿Sería verdad lo del frío que mencionó Juan?
Ambos chicos, realmente asustados, salieron corriendo del lugar, sintiendo cómo la mirada del único ojo de esa muñeca se les clavaba en la espalda. Únicamente pararon un par de veces, veces en las que Juan se detuvo a vomitar por la idea de haber tenido en sus manos cientos de gusanos sin darse cuenta. Incluso al llegar a casa a Juan parecía que no lo abandonaban las nauseas, seguía vomitando y su cara se puso de un tono amarillento pálido.
Los dos amigos pensaron que se recuperaría en un par de horas, pero no fue así. Con el paso de los días cada vez estaba más delgado, pálido y débil. Tenía el aspecto de uno de esos enfermos terminales que llevan años luchando contra la muerte en una habitación de hospital, y cuyos médicos no aciertan en diagnosticar una causa para su condición. Una semana después de desenterrar la muñeca, Juan murió.
Desconsolado por la muerte de su amigo, Pedro empezó a relacionarse cada vez menos con los demás y a pasar los recreos en la biblioteca del colegio; en su casa devoraba libros ávidamente y los fines de semana visitaba librerías. Los libros eran sus nuevos amigos, y su refugio. Buscaba explicaciones médicas para poder entender lo que le pasó a su amigo, pero los síntomas que experimentó Juan eran tantos, que parecía que había contraído varias enfermedades mortales simultáneamente.
Un día, en una extraña librería, Pedro encontró dentro de la sección de esoterismo un libro sobre ritos y leyendas. Era un libro viejo y usado, un libro de esos que ya casi no se encuentran y que tienen extraños dibujos entre sus páginas cubiertas de polvo. Allí decía lo siguiente, junto al dibujo de una muñeca igual (excepto porque no estaba tuerta) a la que encontró su amigo:
«El que tenga un mal incurable, que entierre una muñeca igual a ésta mientras entona la presente invocación. Su enfermedad quedará atrapada en la muñeca, pero el primero que la encuentre recibirá la enfermedad y morirá, salvo que realice este mismo ritual».
Todo estaba claro: los gusanos, los hongos, el frío, todos eran indicios de que la muñeca que encontraron en el bosque era una muñeca maldita. Una muñeca en la que por medio de algún pacto o brujería, alguien había desatado una maldición que condenaría a enfermar a aquel que la encontrase y sentenciaría su alma a cambio de su propia curación.

lunes, 12 de mayo de 2014

AQUELLO

Esta es una historia para gente solitaria, como solitaria era esta chica que se había mudado no hace mucho a la gran ciudad, no quiere decir que no era culta e inteligente es mas era brillante y solo quería terminar su universidad lejos de casa. A nivel académico todo esta muy bien pero pasa y resulta que se sienita muy sola, trato de buscar gente en Internet y en las calles para pasar un buen rato pero no tuvo éxito pues no era muy buena  socializando a pesar de que era una buena mujer de buen corazón.

Pero esta soledad una noche horrible cambio, sucedió  algo que va mas allá de las pesadillas de cualquiera .

Se despertó en medio de la noche el reloj que tenia a su costado en su buro indicaban ser mas de las 3 de la mañana, sabia que algo la había despertado pero no estaba segura que, volvió a retomar su posición cómoda para dormir. A la mañana siguiente mientras desayunaba recordó el extraño episodio dándole varias vueltas al asunto, el día paso como cualquier otro pero de nuevo en la noche, al estar dormida algo la volvió a despertar, solo que esta vez ella no se pudo volver a dormir por que ese algo que la despertó estaba en el pasillo podía ver su sombra pues tenia la puerta entre abierta, se quito las sabanas de encima, puso los pies sobre la alfombra encendió la luz de su lamparita corrió hacia la puerta azotandola mientras su corazón palpitaba tan fuerte que sentía como que se le salia del pecho, después de un rato abrió la puerta con cuidado pero nada estaba ahí, esta vez no durmió.

Después de un largo día en la universidad cansada llego a su pequeño y modesto departamento ya tarde y procedió a prepararse e ir a dormir y se repitió la historia la despertaron, y esta vez ese algo había abierto la puerta del cuarto estaba en el pasillo a pesar de que estaba en la oscuridad la luz de la luna hizo que brillaran sus grandes y oscuros ojos, ella gimió con horror y volvió a prender con rapidez la luz pero aquello desapareció por que era muy rápido, ella solo pudo llorar y se lo tubo que tragar por que no tenia a nadie a quien recurrir.

Cansada y con terror recibió la noche al dia siguiente, el sueño la vencía dejo el televisor  encendido para poder contar con un poco mas de luz, cruzaba los dedos para que esa noche fuera tranquila, se durmió y de nuevo se despertó, el televisor estaba apagado pero Aquello estaba ahora adentro en una esquina de su cuarto observándola  ella solo se llevo sus frágiles manos a su boca y el terror mas horrible le invadió temblaba y empezó a reprimir las ganas de gritar, aquello era como un animal andaba en cuatro patas. Las patas traseras eran mucho mas grandes que las delanteras, era tan deforme que no había explicación lógica de como se movía  era blanco sin pelo en su asqueroso cuerpo, sus ojos eran muy grandes que casi abarcaban todo su mórbido rostro y completamente oscuros, su piel parecía estar tan estirada como si su esqueleto fuera mas grande y metido a la fuerza, la columna totalmente arcada y sus costillas salían demasiado parecía tallado en roca.


La miraba a ella con una sonrisa grande y asquerosa, Aquello se movió lentamente hacia ella que se metía mas y mas en la cama. Aquello estiro una larga garra  retirando las sabanas para verla completa y contemplarla y sin mas ni mas se retiro. A ella le invadió el pánico no se pudo mover después de bastantes minutos pues no lo podía creer pero no fue la única vez que paso todas las noches Aquello estaba en su habitación en una esquina mirándola  pero un día Aquello se le acerco y con su pesuña la empezó acariciar, se sentía tan frió y ella no podía hacer nada por miedo a que la atacara y se notaba que Aquello le gustaba asustarla tenerla controlada, pues un día trato de escapar pero fue en vano Aquello era demasiado rápido y de inmediato la tenia acorralada ese día fue la primera vez que le gruño después de eso no lo volvió a intentar pues ademas de rápido era inteligente, es mas Aquello ya se dormía a su lado, se le acurrucaba en las noches sintiendo ella todo su asqueroso cuerpo y aveces se ponía encima suyo como clamando una propiedad. Otro día al volver de la universidad perdida en sus pensamientos y el terror de tener que volver a ese lugar de calvario la sofocaba, vio en el camino un gatito y le nació acariciarlo fue solo 3 segundos, cuando llego a casa se dio cuenta que en la cocina el lavabo estaba lleno de sangre que hasta chorreaba hacia el piso, ella asqueada trato de meter la mano para que aquel horrendo liquido se fuera por el drenaje pues algo obstruía la alcantarilla. metió la mano y con nauseas sintió algo, lo tomo y lo alzo, se dio cuenta que era aquel gatito al que había acariciado pero totalmente desollado.


Desde ese día ella se sentía vigilada en cualquier lugar que estuviera en la calle, sabia que esa asquerosa criatura la seguía.  Una noche decidió no ir a casa, ya estaba harta de la situación fue a una bar a querer emborracharse y olvidar un poco lo que la asechaba, empieza a platicar con un chico hay coqueteo besos y caricias, después el chico la dejo en la puerta de su edificio ella entra a su departamento y se da cuenta que Aquello no se encontraba pero no tardo mucho en aparecer la pesadilla, al otro día en las noticias fue anunciada la muerte de un chico destajado y con huesos molidos una muerte tan espantosa que tenia impactados a media ciudad,

Ella no podía mas pero creyó que era su destino, así es que lo empezó asimilarlo. Un día al ir a la cocina fue por algo de fruta saco un gran cuchillo y comenzó a picarla y claro Aquello detrás de ella observando su desdicha, entonces ella solo pensaba en la pesadilla que vivía no puso atención y se hizo una profunda herida en  la mano y la sangre comenzó a brotar volteo a ver Aquello y cual fue su sorpresa que una de sus pesuñas estaba sangrando, pasaron escasos segundos y no lo pensó mas, ella se empezó a apuñalar el pecho y el vientre con tal violencia como si no fuera su cuerpo, como si estuviera apuñalando Aquello, la sangre de los dos salpicaba y el cuchillo lo metía con fuerza y Aquello se retorcía del dolor chillaba como una rata, sus  viseras ya se hacían ver, ella se empezó a desplomar pero era libre, lo sentía, hasta que un susurro ahogo su mortífera felicidad algo en su cabeza le anuncio "no te puedes liberar tan fácil".

Ella despertó como de un largo sueño, todo parece ser borroso se levanta de lo que parece ser una alfombra y ve que no es su habitación y de frente a ella esta una cama en donde reposa algo que a ella que le hace apetecible se acerca al chico que reposa en ella y extiende su pesuña para quitar las sabanas y verlo mejor, se da cuenta que se ahora ella es Aquello que ella mas temía. El chico despierta y pone la misma cara de horror que un día ella puso y a le le agrada. Esta dispuesta hacer lo que sea para que su suculento juguete sea solo de ella.

TAL VEZ EN OTRA VIDA


A veces cuando nos aburrimos recurrimos directamente a recostarnos en algún lugar, lo cual nos lleva a pensar a recordar, por alguna razón raramente vienen a nuestra mente imágenes que no creíamos recordar, que no nos parecía importar. En la tarde de ayer, una tarde calurosa de verano cerca de la noche de navidad descansaba sobre mi sofá pensando en la noche que me esperaba, ya que este sería el primer año que puedo salir con mis amigos luego de la medianoche; entre aquellos pensamientos y demás un rostro lleno de lágrimas y odio vino de repente a mi mente aunque no entendía el porqué, se trataba de una compañera de la secundaria la cual solía sentarse sola o llorar sujetándose la cabeza, nadie la ayudaba pero todos pensábamos en que sucedía, supongo que ella nunca lo supo. Luego de pensarlo un poco más recordé que estaba viendo fotografías de este año en la escuela e inconscientemente habré pasado la vista sobre ella, era extraño como en tantas fotos salía sonriente pero en la última no era igual, sonreía pero falsamente, dándole cierto tono extraño a la fotografía que no podía entender. Pero ya fue demasiado pensamiento por el momento, debía prepararme para ir a casa de mis abuelos y festejar la navidad, como siempre. Después de unas largas horas junto a la familia al fin tocarían las doce, contamos como cada año los diez segundos y comenzamos a saludarnos y abrazarnos entre todos por una feliz navidad, entonces así llegaría mi libertad, al fin, ya no sería la chica estudiosa que nunca sale de su casa, ahora todo cambiaria.
Eran las doce y media cuando mis amigas llegaron y nos dispusimos a ir a algún buen lugar para festejar, pero como siempre algo se interpondría en esta felicidad. Pues era navidad y todo parecía estar cerrado, no había donde ir ni que hacer así que la única solución fue quedarse en casa de alguna comiendo y tomando algo mientras veíamos unas películas, así como siempre. Le pedí a mi padre que por favor me llevara a la casa de mi amiga Aldana y así fuimos las cinco, ahora lo único que faltaba era conseguir que tomar que comer, además de las sobras junto con una amiga decidimos que lo  mejor sería comprar algo en algún lugar, estando cerca del centro no es tan complicado, o eso pensaba. Ambas salimos algo nerviosas pues llevábamos puesto ropas algo vistosas y nos daba cierto miedo el salir así por allí, a pesar de la luz que poco nos hacía sentir seguras sentía que algo no iba bien. Faltaba poco para las dos de la madrugada y luego de tanto caminar me sentía rendida, convenciendo a mi amiga de volver escuche pasos, podía ser cualquiera pero por si acaso nos tomamos de los brazos para no perdernos de vista. No quería demostrarlo pero sentía mucho miedo, aún más que ella, mi corazón latía muy rápido y se aceleraba con cada paso que escuchaba. Entonces las cosas empeoraban cuando escuche un llanto provenir de algún lugar cercano, mi compañera no lo escuchaba simplemente caminaba, pero al avanzar el llanto era más fuerte es por esto que le pedí tomar otro camino sin importar la escaza luz mientras ella seguía adelante como si nada más importara. Ella no me escuchaba, insistía e insistía tanto que no encontré más solución que gritarle dejándola paralizada, pero algo más sucedió por esto, el llanto se detuvo y vi a unos metros a una chica levantarse del suelo, parecía ser mi compañera del colegio pero eso no era lo malo, lo malo fue verla con las manos y un vestido manchado con sangre, bajar la mirada y ver el cuerpo tirado a sus pies fue la razón suficiente para tomar la mano de mi amiga y salir corriendo aunque ella no sepa el porqué. La recuerdo gritar:
-          Oye basta ¡Deja de asustarme! Haz hecho que pierda mi bolso
-          ¡Eso no importa ahora! No seas idiota y sígueme!
-          Ya deja las tonterías ¿Si? Me voy por el camino más iluminado luego de recuperar mi bolso… – no importaba cuanto insista ella no me escucharía, no éramos necesariamente muy amigas como para que me crea tales ilusiones, pero yo aun oía los pasos aún más fuertes y firmes que antes, al contrario ya no eran pasos era alguien corriendo. Fui directamente hacia ella gritando que no me deje sola que me perdone, en cuanto levanto su bolso y se dio vuelta hacia mi queriéndome regañar vi que su cara se convirtió en un rostro estupefacto y me sentí aturdida, abrí mis ojos sintiendo que todo era tan lento, demostrando el terror sin poder terminar de girar y la vi a ella, la chica de mi secundaria  con un gran pedazo de vidrio el cual corto parte de mi rostro y me hizo caer al suelo gritando de dolor, pero mi amiga no hizo más que quedarse allí observando, no lo entendía solo quería correr por tan horror, no estaba equivocada esa chica era una psicópata ¡una asesina!
Quien lo creería, al ver mejor note que el vidrio que tenía en su mano ahora se encontraba clavado en la garganta de un chico que al parecer se encontraba detrás mío, ella me miro con varias lágrimas en los ojos y unas ojeras negras que mucho se hacían notar, limpiando sus manos en su vestido simplemente salió corriendo diciendo que llamemos una ambulancia. Mis pensamientos no eran claros, tan solo quería correr y dejar de sentir tanto dolor, y junto a mi amiga fue lo que hicimos, solo quería estar segura en casa, no quería volver a salir ya nunca más en la noche. Es por esto que al contarle a todos decidimos vernos solamente de día, y no quise volver a salir sola nunca, tenía miedo, tengo miedo. Aún más cuando el día de hoy al caminar junto a mi madre antes de cruzar vi que del otro lado de la calle se encontraba ella con un ramo de flores y un vestido negro muy notorio, se encontraba de la mano con un muchacho vendado y con sangre que parecía salir de su estómago. Ambos se encontraban pálidos y con grandes ojeras negras, cuando cruce la calle junto a mi madre ella simplemente camino sin verlos y a punto de chocarlos iba a hacer que se detenga pero mi corazón se detuvo por un momento al ver que ella los atravesó como si de aire se tratara, guarde silencio y continúe, la culpa no me la quitaría nadie… sobre todo al girar y verlos mirándome fijamente con un rostro triste, que teniéndolos ya a más de tres metros pude escuchar como ella decía “volveré por lo que es mío”. Si tan solo hubiera llamado a la ambulancia, ahora encerrada en mi habitación no puedo cerrar los ojos sin ver sus rostros observándome con tristeza, los siento cerca, tengo miedo, no quiero cerrar los ojos nunca más, ella vendrá por mí, lo sé, no estoy loca, lo se ¡No estoy loca! Ella está allí, está en todas partes, ella buscara lo que es suyo, volverá, para siempre para arrancarte la vida, con esa mirada, tal vez, tal vez… “Tal vez en otra vida podamos ser felices juntos”.

————
“Tal vez en otra vida… podamos ser felices juntos” esa fue la frase que escribió la joven adolescente que cometió suicidio hace un par de días al igual que una amiga suya que se ahogó en el río. Es una lástima, tan joven, como aquella pareja que falleció luego de defenderse de un asaltante,  la joven había escrito en una caja de regalo la cual contenía anillos de oro “Tal vez en otra vida podamos ser felices juntos”. Es curioso, pero cosas como esta no son más que coincidencias.
¿Tú qué crees?

POKEMON GHOST BLACK

Pokemon Ghost Black - creepy pasta ( 89/367 ) 

"Soy lo que podríais llamar un coleccionista de juegos "bootleg" de Pokémon. Diamante, Jade, Chaos Black, Naranja, Frigo Returns, Quartz, etc. Es sorprendente la facilidad con la que tales versiones son localizables en mercadillos, tiendas de empeño y lugares similares. 
Éstas versiones suelen ser bastante divertidas. Aunque muchas veces son casi injugables, la mala calidad de las modificaciones y sus traducciones penosas son garantía de risas. 

La mayoría de éstas versiones las he jugado en ROMs de ordenador, pero hay una versión que nunca he encontrado por internet, y que compré en un mercadillo del rastro hace unos 5 años. 

Por desgracia, hace un par de años me mudé, y en el traspaso perdí el cartucho, con que lo siento, pero no os puedo enseñar ningun pantallazo del juego. 

El juego comienza con la típca secuencia del Nidorino y el Gengar (la de las versiones Rojo y Azul). En la pantalla de inicio, el prota estaba en pantalla pero no había ningún Pokémon a su lado. Debajo del logo de Pokémon decía "Black version". 

Al seleccionar "Juego nuevo" aparecía el discurso del Profesor Oak, así que rápidamente me di cuenta que la esencia del juego era la versión Rojo. 

Al seleccionar tu Pokémon inicial, comienzan los cambios. Podía elegir a Charmander, Squirtle, Bulbasaur, y un CUARTO POKÉMON que respondía al nombre de GHOST. 
"Ghost" tenía la forma de un fantasma tal y como lo ves sin el Silph Scope. Era de nivel 1, y sólo conocía un ataque: "MALDICIÓN". (Cabe decir que el ataque maldición existe, pero ya veréis que no tienen nada que ver), con lo que pensé que sería una modificación tardía. 

Cómo luchaba con Ghost? Bien, los Pokémon no atacaban a Ghost; pero no por ser éste impalpable. Parecía que estuvieran demasiado asustados para atacar. 
Cuando usaba "Maldición", la pantalla se ponía negra. Escuchabas el gruñido del Pokémon, pero distorsionado, y a un tono mucho más bajo de lo usual. 
La pantalla de batalla aparecía de nuevo, pero el Pokémon rival había desaparecido. Si luchaba contra un entrenador rival, la pokéball que representa al Pokémon no se tachaba, desaparecía. 

Llegué con ello a la conclusión que el Pokémon en cuestión había muerto. 

Lo que me extrañó de verdad era que, tras vencer a mi rival, y recibir el dinero correspondiente a mi victoria, volvían a aparecer comandos de lucha. Huír o "Maldición". 

Si huía, la batalla terminaba y volvía al mundo Pokémon. 

Pero si usaba "Maldición", el personaje que me retaba desaparecía del mapa, y en su lugar, ahora encontraba una tumba, como las que encuentras en Pueblo Lavanda. 

Podía usar "Maldición" en la mayoría de casos. No se podía usar cuando luchaba contra Pokémon de tipo Fantasma, o contra entrenadores a los que me tuviera que encontrar más tarde, como tu rival de la infancia Gary, o Giovanni. 

Al ver que las cosas se hacían tan fáciles, con mi "Ghost", y mi ataque estrella "Maldición", decidí pasarme el juego así. 

Llegué a la Meseta Añil, luché contra los 4 de la Élite y los derroté con facilidad. Ocurriendo siempre lo que he dicho que pasaba en batalla al usar a "Ghost". 

Mi Hall de la Fama, consistente de "Ghost" y un par de Pokémon de nivel muy bajo (no los usaba, teniendo a mi mejor Pokémon), pasaba por mis ojos. La pantalla se puso en negro, y salía un texto que decía "Mucho tiempo después..." 

Reaparezco en Pueblo Lavanda. Sólo veo un hombre viejo, que está mirando unas tumbas. Al poco me di cuenta que era yo, tras mucho tiempo pasado. Al manejarlo, sólo podía ir a la mitad de velocidad que cuando era joven. Ya no tenía Pokémon, ni siquiera a "Ghost", del cual antes no me podía deshacer ni siquiera metiéndolo en el PC de Bill. 

En toda la zona de Kanto no había nadie. Absolutamente nadie. Sólo las tumbas de los entrenadores a los que me enfrenté, derroté y maldije. 

Siendo viejo podía viajar a cualquier lugar del mapa, sólo limitado por no poder usar ninguna MO. Lo raro del asunto es que, viajase a donde viajase, la música de Pueblo Lavanda era la única que se escuchaba, en un ciclo sin fin. 

Volví a Pueblo Paleta, me dirije a mi casa. Nadie. Subí a la habitación de arriba, justo donde empecé mi aventura. La pantalla se desvaneció hasta negro. 

De repente apareció la imagen de un Pidgey. Luego la de un Rattata. Otro Pidgey. Un Weedle. Un Metapod. Otro Pidgey. Otro Rattata... Qué demonios es esto? - pensé. 

Una interminable lista de Pokémon se presentó ante mí. Finalizó con un Blastoise. 

Ya lo entendí. 

ÉSA ERA LA LISTA DE TODOS LOS POKÉMON CONTRA LOS QUE USÉ "MALDICIÓN". 

Luego, salió la imagen de un cazbichos. Otro cazabichos. Un entrenador. Otro entrenador. El jefe de Gimnasio de Pueblo Plateado. Otro entrenador... y así hasta Giovanni. 

ÉSOS ERAN TODOS LOS ENTRENADORES QUE MALDIJE. 

Tras éste evento, la pantalla se puso en negro. La musica de Pueblo Lavanda seguía sonando, pero poco a poco iba bajando la velocidad y el pitch, hasta convertirse en una especie de murmullo infernal. 

De repente, una batalla. Mi figura era parecida a la del abuelo que te enseña a cazar Pokémon en Ciudad Verde. 

"GHOST" APARECÍA COMO MI RIVAL . "Ghost quiere luchar!" ponía. 
No tenía Pokémon con los que pelear. Tampoco podía escapar. Sólo podía pulsar "Luchar". 

Mi ataque no funcionaba contra "Ghost". Es más, me quitaba algo de vida. Cuando "ghost atacaba, sólo ponía "..." 

Así pues, cuando mi nivel de vida era crítico, "Ghost" hizo lo esperado. 

"MALDICIÓN". 

La pantalla se oscurece. No hay más que hacer. Sólo pude apagar la consola y reiniciar. Al llegar a la pantalla de inicio, sólo ponía "Juego Nuevo". El sistema había borrado la partida. 

Intenté renunciar a "Ghost" no usándolo, ni siquiera eligiéndolo, pero en todos mis intentos el juego acababa igual. 

COMO HACER ENOJAR A UN ESPÍRITU

2 Hermanos, muy unidos uno de 15 años y el otro de 12 a ellos les gustaba mucho probar juegos del "demonio" o paranormales como la ouija entre otros cada vez que intentaban invocar a un espíritu nunca pasaba nada... con el paso del tiempo el hermano mayor empezó a interesarse mas en las mujeres, y no le prestaba atención a esas cosas el hermano menor que era muy inteligente sabia buscar en Internet, y buscaba juegos espirituales etc, 
acompañado de su hermano. Un día quiso hacerlo solo, su hermano estaba en una fiesta, y el busco en Google "Como hacer Enojar a un Espíritu"... busco y busco hasta que encontró una pagina oscura, muy vieja, no tenia diseño ni nada, en esta pagina había un ritual (juego), que decía lo siguiente: Primero hay que poner un espejo grande frente a tu cama, o en un lugar en el que puedas dormir, tienes que hacerte el dormido y hacerle creer a tu reflejo en el espejo, que tu en realidad estas durmiendo, cuando tu sientas que has logrado engañar a tu reflejo, Levanta tu mano derecha y has un número 4 con los dedos, Si todo salio bien, tu reflejo en el espejo habrá sido engañado, y este estará mostrando un número 3 pero CUIDADO decía al final de ese reto, Pues nunca más podrás darle la espalda a tu reflejo, en el espejo. Cuando el hermano mayor llego a la casa encontró a los padres muy enojados, el se entero, de que su hermano había desaparecido, el hermano menor no había pedido permiso para salir, no se iba a ningún lado, el simplemente se había ido de la casa. Eran las 3 de la mañana y los padres estaban muy asustados, pensaban en el secuestro, el hermano mayor sabia que no era un secuestro, el sabia que algo malo había pasado, y el tenia una idea de que podría ser la causa de su desaparición. El hermano fue a la computadora, miro el historial, y encontró la pagina que su hermano había visto... Busco en todos lados, el sabia que el espejo estaba desaparecido, Fue al único lugar en el que nadie había buscado... en el Baño, al entrar, el hermano mayor se asusto mucho, pues el espejo desaparecido, estaba tirado en la tina... con 3 Marcas de rotura, y con la sangre de su hermano, había un mensaje que decía: NI SE TE OCURRA HACERLO TU TAMBIÉN